domingo, 5 de octubre de 2008

yo paso los hoteles de paso

Para mí, los hoteles de paso/moteles/hotel garage no son una opción, son para usarse sólo en caso de emergencias, extrema calentura o extremo momento de mal gusto a esta edad; cuando estaba más joven igual a los 18-20 años pues sí eran el único lugar para escaparse con el novio para que no te cacharan en tu casa o algo así pero ahora, a mis casi 25 años, ya no aplican y lo reafirmé hace unos meses que por necesidad tuve que quedarme a DORMIR en uno. A continuación la historia y unos souvenirs visuales de ese día:

Una noche, después de una muy buena fiesta, ya como a las 5 de la mañana unos amigos y yo decidimos que estábamos muy ebrios para manejar y que qué horror llegar a nuestras casas a mal vibrarnos con la luz del amanecer, y como los que traían coche eran los que estaban en peor estado, pues decidimos irnos al motel más cercano (para manejar lo menos posible y evitar accidentes) y dormir un poco, luego salir a comer algo y pasar el resto de nuestro día de resaca de la manera más llevadera posible.

Llegar a esos lugares es peculiar, todos los que esperan habitación llegan con actitud clandestina casi murmurando que quieren una habitación, como si los recepcionistas en su vida hubieran atendido esas peticiones (¿un cuarto? ¿qué clase de pervertido es usted, qué piensa hacer ahí?) y una vez que lo hacen corren a su cuarto como si los estuvieran persiguiendo. Nosotros no, llegamos y pedimos un cuarto, eramos cuatro, y yo en mi borrachera le dije al empleado "Pero sólo vamos a dormir, ¿no podemos quedarnos todos en un cuarto? es que no traemos mucho dinero", él me contestó con un rotundo NO, que máximo dos personas por habitación así fuéramos a dormir, comer, bañarnos o jugar bingo ahí dentro y que por favor dejara de romperle las bolas. Accedimos pues y pagamos las dos habitaciones de mala gana, no sin antes rematar con mi clásico "Pues qué aburridos" que siempre digo en situaciones como esa, porque esa regla de no más de dos personas por cuarto aparentemente es universal en los moteles, así que si estaban pensando en un threesome o foursome o gang bang mejor vayan a un Holiday Inn barato a pasar la noche completa y paguen por persona extra diciendo que son turistas y quieren economizar.

La variedad de música prestablecida es maravillosa, tres canales de tres diferentes estilos, como los de los aviones, cada uno peor que el otro.

Gran sorpresa fue que al abrir la puerta del cuarto lo primero que vimos fue un espejo sobre la cama -no todos los moteles cuentan con esta gran característica- lo cual si hubiéramos ido con el propósito de tener sexo salvaje y grupal hubiera sido la pura diversión, pero como sólo ibamos a dormir pues la diversión de limitó a tomarnos fotos tontas en poses "chistosas" (a las 6 de la mañana y con muchos tragos encima todo es gracioso) acostados en la cama.

Sí, miren cómo me divierto mientras se me caen los pantalones y mi Gatorade está a punto de caerse de la mesita de noche.

Luego checamos el "menú" de room service, el de alimentos y bebidas y el de productos personales. Ah, ¡cómo reímos! nos dimos cuenta de que realmente estábamos en un lugar muy jodido cuando el platillo gourmet son burritos de microondas y sopa Maruchan, el postre son Halls y M&M´s y el New Mix o Viña Real son consideradas bebidas decentes y no veneno.

Mi favorito fue este menú que ofrecía shampoo de sabores, ¿desde cuándo se come el shampoo? y el producto más kinky es aceite para bebé Menen, ¿eso qué? oler a bebé mientras estás teniendo onda se me hace lo menos sexy del mundo.

Cuando vimos el baño se nos quitaron las ganas de ir y creo que ni lo usamos, los mosaicos más feos, viejos y despintados adornaban el mini espacio donde todo parecía haber sido metido a la fuerza para que todo cupiera en un espacio de un metro por un metro: podías orinar mientras te bañabas y cepillabas los dientes en el lavabo al mismo tiempo. Nos pusimos los zapatos para entrar, nos dio miedo la cantidad de hongos y cosas que podía haber en el piso y demás mobiliario. Las toallas jamás las tocamos.


La foto del recuerdo en el baño que no usamos.

Como pueden leer, ni dormimos, para cuando terminamos de checar y criticar todos los detalles de nuestra nada elegante posada ya había amanecido, los pajarillos cantaban y el sol se asomaba por la ventana, si acaso dormimos un par de horas en los ratos que nos dejaba tranquilos la aspiradora industrial que pasaban con singular alegría en el pasillo afuera de nuestra habitación. Pero por lo menos dormimos algo, a mi amigo que durmió solo en otro cuarto le fue imposible pegar el ojo gracias a una pareja que llegó a tener sexo de la manera más salvaje y ruidosa en el cuarto junto al suyo y entre gemidos, gritos y latigazos se le fueron las horas y cuando lo vimos de nuevo tenía cara de zombie, realmente todos traíamos esa cara pero por lo menos nosotros habíamos pasado un buen rato con toda la experiencia motelera.

Y es por eso que yo paso los hoteles de paso baratos, lo barato sale caro.

10 comentarios:

Sotrois dijo...

jajaja... no manches ese hotel estaba de lujo comparado a otros que existen, por decirlo así y no precisamente porque haya estado ahí, mucho menos cuanto tenía como 20, que quede claro por favor... Y las toallas para secarse, después de la ducha, cómo eran???

Anónimo dijo...

Asi es, muy mal momento para visitar un hotel de paso barato, justo en el cambio de turno de mucamas cuando se vulven locas y dejan prendida la aspiradora pa' que el jefe crea que están trabajando. Es todo un submundo, los cacahuates son dignos de roomservice; sólo espero que no haya mujeres que conozca que se sientan bien de que su hombre las lleve con frecuencia a estos lugares.

Adriana Degetau dijo...

pues en dónde caíste? No creo que un Motel sea la opción para dormir, literal.

Gabriela/undies dijo...

En un pulguero en la Col. Roma, y dejé claro el punto de que era eso o aventurarnos peligrosamente a nuestras casas o dormir en el coche, optamos por el hotel Frontera, por lo menos nos divertimos un rato. Aunque sí, no nos atrevimos a meternos en la cama, nomás nos acostamos sobre ella.

newcastle drunk dijo...

ah dile a tu amigo que se quedo solo que no se queje! tuvo porno gratis y en vivo!

Anónimo dijo...

Jajajajaja...si, estoy de acuerdo con el post de arriba, no puedes ir a un motel a dormir, la única vez que he ido con intención de dormir, fue del terror, todavía recuerdo a la SEÑORA drogada tocando a nuestra puerta: "aaabraaaan, vamos a cotorrIar un rato....".

Lo gracioso de esos lugares es como la gente hace una especie de competencia de a ver quien le pone mas fuerte.

Eduardo.

Mr. Ruben dijo...

Ya sé que estaban borrachos y todo, pero, ¿no se les ocurrió que lo PEOR era dormise SOBRE la cama?

O, ¿usteden creen que todos los inquilinos previos de ese cuarto tuvieron el detalle de quitar la colcha antes de embarrarla de cualquier tipo de fluidos inciertos?

Nonono...

Yo hubiera preferido arriesgarme a sábanas probablemente cambiadas entre uso y uso, a colcha seguramente NO cambiada más que cada mes.

José Luis Leyva dijo...

Lo de la música está raro, lo del aceite para bebé, útil.

idrv1980 dijo...

jajajja a que hotel caisteee!! jajajaj entre el espejo en el techo, la flor que ya en algunos dejan, la puerta de cristal en el baño para restregar o hacer un baile cachondo pa' que la damita vea jajajaj!!, ahh y el cojin pa "harta posicion" jajaja, caray, tantas cosas por ver o hacer jajajaj solo de recordar me rio y carcajeo...

El hotel de paso.. que no es pa' eso?

Anónimo dijo...

Dos o tres veces he caído en un motel para dormir. Una fue por cuestiones de 100% trabajo y otras con chicas que no podían regresar muy tarde a su casa, pero si al día siguiente ¿medio Ilógico, no?

Nunca me han tocado Moteles como el que tan graciosamente retrataste, no des el nombre, por favor.