viernes, 2 de mayo de 2008

Turnoffs


Turnoffs
, dícese de esas situaciones o detalles molestos a la hora de la hora que no hacen más que dar para abajo y asustar a la libido al punto de que podemos ver cómo sale corriendo de la habitación. Todos tenemos algún detalle que nos molesta, no lo nieguen, el sexo no es perfecto, unos somos más 
picky
 que otros, tal vez yo entre en la categoría 
super picky
, pero ¡pfft! seguro se identificarán con alguno.


Es lo peor cuando estás a la hora de la acción, super clavada y de repente pasa algo que, peor que cubetada de agua fría, termina con toda calentura y hace que te den ganas de agarrar tu ropa y salir corriendo, puede ser algo que la otra persona haga o diga o pase de la nada, el punto es que después de haber presenciado algo así no dan ganas de seguir, mucho menos poder terminar con esas imágenes en la cabeza.

Los 
turnoffs
 serán un tema recurrente en este espacio y las situaciones que aquí se presentarán no son autobiográficas, repito: NO lo son (guiño guiño, codazo codazo), bueno la mayoría no, muchas son colaboraciones de tétricas historias resultado de arduas encuestas entre amigos y conocidos.

Ejemplo no. 1:
No tiene que ser algo que la persona haga, basta con una sola palabra que se quede en tu cabeza para que el resto del asunto sea una tortura sin fin. 

En este caso, se tratan de palabras que vienen al principio de la acción lo que puede arruinar toda la onda: que alguien diga 
“trusa”
 o
“pantaletas”
 (según el caso, claro está), agh, son las peores palabras para referirse a la ropa interior, palabras que sólo los doctores o las maestras dicen, palabras que aparecen en libros de educación sexual o catálogo de ropa del super y se quedan en la mente sólo para causarnos repulsión.

Con esos términos lo único que aparece en mi imaginación inmediatamente es un calzón blanco tipo Homero Simpson con un resortote como para aventarse del bungee o la versión “trusa sexy” pegada a la piel, tipo Speedo pero con espacio para el paquete, en estampados horribles como de leopardo en colores nauseabundos como morado o turquesa. O para las chicas, un calzonsote de algodón o licra que subre más allá del ombligo, como de embarazada, en color “champaña”, o sea casi color piel, con un resorte nada discreto que se ve a través de cualquier falda, pantalón, short o hasta pantalón para esquiar, pero eso sí, con un coqueto moñito o florecita al frente para que se vea cute… NOT!

Trusa
 y 
pantaletas
 son el tipo de expresiones que se usan en novelitas románticas chafas pseudo eróticas tipo revista 
Jazmín
, hasta en el Libro Vaquero o esos libros para esposas desesperadas donde Fabio sale en la portada todo mamado, con la camisa de pirata toda desabotonada y con la melena al aire, esas palabras son las que entran en los diálogos de las historias que ahí se cuentan y, no sé ustedes, pero a mi no me prende leer eso, hasta escritas se ven feas esas palabras. 


También puedo imaginar a una pareja de oficinistas burocráticos diciéndose esas palabras mientras cachondean en un cubículo después de emborracharse en la fiesta de fin de año de su trabajo:

-Uuuyyy Lupita de contabilidad ¡déjeme ver sus pantaletas!
-Pero primero quítese la trusa Licenciado.

O cuando vas al doctor:

-Señorita, haga favor de retirarse la pantaleta. 

Guacala. Bueno, no cualquier doctor, el ginecólogo ¡ja! No todas las citas son libres de ropa interior… espero, a menos que se trate de la grabación de una porno.

Totalmente 
turnoff
 que te digan al oído a la hora del faje “tsss quiero ver tu pantaleta”. No me ha pasado, hasta ahora no me ha tocado nadie tan nefasto o tan albañil, no podría evitar orinarme de risa, pero sólo imaginar una situación así hace que se me ponga la piel de gallina y no de una buena manera.

Yo soy fan de la ropa interior, sobre todo los calzones normales de chica, o sea, no tanga, no calzón/faja, no; sólo de los tipo bikini creo que se llaman, son cómodos, se ven lindos, cubren lo que tienen que cubrir y todo se mantiene en su lugar. Por algo me conocen en los bajos mundos como 
undies
, término que irónicamente se puede traducir como esa horrorosa palabra: PANTALETAS, pero no lo hagan, nunca me digan así, por favor. Jamás.

6 comentarios:

cervantes dijo...

ok señorita pantaletas..

solo tengo una duda..

que es picky ??

picky ...

picky...

picky .. mmm.

Mr. Ruben dijo...

Y, por supuesto, sabes que decir: "Nunca, por favor. Jamás," es exactamente LO QUE NO DEBES HACER cuando no quieres que alguien haga o diga algo, ¿verdad?

¿Verdad?

Aquí va... (lo siento, es inevitable)

...
...
...

Con tonito de niño de secundaria:

¡Gaby Pantaletas!

Anónimo dijo...

Yeah, BIIIIIIG mistake....

Gaby Pantaletas!

Lo bueno es que coincidimos en que esas dos palabras causan repulsión, y que la ropa interior de chica tipo "normal" f****** Rules!, para mi una tanga es taaaan pero taaaan turn off he de confesar, maldito(a) sea quien las inventó, por que en un principio eran usadas por la chica "nice/fresa" ahora no importa que "corriente" les acomode, todas las malditas niñas usan tanga!

Eduardo

Defeña Salerosa dijo...

Para mí, lo q más más más repulsión podría causar, más indignación y más cubetazo de agua herlada es...

q te digan otro nombre.

No me ha pasado, pero sé de alguien que sí, y no mames, es lo peor.

Junto a eso las palabras pantaletas o trusa no son nada.

Anónimo dijo...

Bueno, pero es que decir el nombre de otra persona mientras le pones no es un turn off, es decir que esa persona es medio estúpida, digo, cuanta concentración debe tener uno para recordar un nombre?.....

Pero bueno, les comparto un turn off, cambiando de posición, me dió una reverenda patada en los tompiates....se me apago el asunto, mental Y FISICO.

Eduardo

Anónimo dijo...

QUE ONDA MI PANTALETAS!!!! jajaja perdón no lo pude evitar... te quiero.. mira, el sexo cuando es con la persona adecuada que se supone que amas, no apesta tanto, pero si se acaba esa magia termina descepcionandote, y vuelves a caer en la misma chingadera nadie de enciende el líbido...